En los últimos años, los tés de tapioca, provenientes de países orientales, se han popularizado a través de diversas cadenas que los venden alrededor de todo el mundo. Estas bebidas se caracterizan por contener bolas de tapioca en el fondo del recipiente. Estas bolas son formaciones de almidón producidas en las raíces de una planta asiática llamada mandioca.
En la ciudad de Mérida existen ya varios establecimientos dedicados a la venta de productos de tapioca, pero, ¿Conoces los riesgos acerca de su consumo?
Si se cocinan mal, las bolas de tapioca pueden convertirse en una comida fatal, ya que produce cianuro, sustancia que, en grandes cantidades, es muy nociva para el cuerpo humano e imposible de neutralizar. En marzo de 2005 se registraron 30 muertos y 100 intoxicados por esta causa en Filipinas.
La tapioca contiene linamarin, un químico que puede convertirse en una toxina mortal, el cianuro. Para disminuir efectivamente el linamarin, la clave es un procesamiento apropiado de la tapioca. Aquella que pasa por procesos comercializados, que implican sacarle la cáscara y secarla a altas temperaturas, casi no contiene linamarin. Si no se le hace esto, puede inducir a un envenenamiento por cianuro que causa mareos, agitación y jaquecas. Los efectos más serios incluyen caer en coma, convulsiones, parálisis en las piernas, disminución de la visión y agudeza auditiva e incluso la muerte.