Cualquier ocasión es buena para cuidar el medio ambiente y trabajar no es una excepción. Con unos pequeños cambios podemos hacer del trabajo una actividad eco-friendly.
Los cambios para un trabajo respetuoso con el medio ambiente comienzan desde el mismo momento en que salimos de casa y tenemos que elegir cómo llegar al trabajo. Podemos optar por opciones saludables y amigables con el medio ambiente como la bicicleta o caminar, pero si las circunstancias no lo permiten optaremos siempre por el transporte público o compartir el coche con otros compañeros que vivan por la zona o de camino. Además, cuando lleguemos cambiaremos el ascensor por las escaleras.
Dentro del lugar de trabajo podemos generar una serie de rutinas que permitan reciclar y consumir menos (así también ahorrarnos dinero). Algunas de las acciones que podemos hacer son:
En las oficinas se desperdicia una gran cantidad de papel, por lo que deberemos pensarnos dos veces si necesitamos realmente imprimir ese papel. Podemos utilizar un papel con certificado eco y cuando usemos la impresora configurar la opción borrador, para ahorrar tinta, e imprimir en doble cara, para ahorrar papel.
Y por último, no olvidaremos crear un punto verde dentro de nuestra oficina en el que reciclemos el papel, cartón, envases de plástico o algún vidrio. Tenemos que ser siempre conscientes de nuestro impacto en el medio ambiente, ¡aunque estemos trabajando!